Una simple definición; la inteligencia emocional es “la habilidad para identificar, evaluar y gestionar nuestras emociones y la de los demás”. El término inteligencia emocional fue introducido por primera vez por Wayne Payne y más tarde desarrollado por los psicólogos Peter Salovey y John D. en la década de los 90. Sin embargo, fue popularizado en 1995 a partir del best seller Inteligencia Emocional de Daniel Golleman.
Desarrollar la capacidad de entender y manejar nuestros sentimientos y tratar eficazmente con las emociones de los demás, es una competencia crítica y clave para el éxito profesional. En el lugar de trabajo actual, donde cada vez es más habitual encontrar generaciones diferentes, múltiples idiomas, diversas culturas, etnias y razas, y diferencias en género, orientación sexual, religión, personalidades y valores, tratar con las diferencias es una realidad que hay que afrontar y un requisito clave. Tu inteligencia emocional determinará tu capacidad para hacerlo de forma efectiva.
El desarrollo de la inteligencia emocional proporciona recursos clave para gestionar nuestra energía y el desarrollo del talento dentro de las organizaciones. Es posible encontrar formas de lograr los objetivos comunes de equipo y de empresa de una forma equilibrada y sana para toda la organización. El reconocimiento y gestión de las emociones del individuo y del equipo, es un factor clave para lograr y el crecimiento y el desarrollo dentro de una organización exitosa.