Search
  • Consigue el máximo potencial de ti y de tus equipos
  • hola@iiemocional.com
Search Menu

¿Y tú, te atreves a sacarte la armadura?

Este mes queremos compartir un libro que yo leí hace muchos años cuando todavía no había empezado mi viaje de aprendizaje emocional y me sentí muy identificada: «El Caballero de la armadura oxidada».

Siempre lo recomiendo a nuestros clientes masculinos cuando se sorprenden a la pregunta que les formulo: ¿Qué sientes? Y no pueden contestar. Cuando esto sucede, rápidamente (porque el silencio es incómodo) empiezan a compartir hechos, detalles varios y yo insisto ¿Qué sientes? ¿Qué emociones te genera esta realidad? poco a poco, vamos dando espacio al silencio. Cuando el silencio se respeta, estamos dándonos tiempo para nuestra conexión emocional.

Si no ejercitamos la conexión con nuestras emociones, los circuitos se oxidan y al final desconectamos durante largo tiempo y sin práctica, la conexión emocional se corta y congela. Este libro nos comparte esta preciosa metáfora. Cuando un día queramos abrir nuestro corazón, si no tenemos el canal abierto, no podemos sentir nada. Ni pena, ni alegría, cero emociones… es entonces cuando llega la desidia y nos convertimos en autómatas.

Parece que somos profesionales muy eficientes, pero hemos perdido la capacidad de conectar, de ilusionar a nuestros equipos, de disfrutar nuestras familias, de compartir con ellos las frustraciones y también nuestras alegrías. ¡Hemos perdido el placer de celebrar! Resulta que nunca es el momento adecuado para celebrar, porque no hay tiempo. Siempre con prisas hacia el siguiente objetivo. Si no celebramos, no recuperamos la energía invertida para conseguir los objetivos y si no recuperamos la energía, al final estamos exhaustos… Y además, nos preguntamos ¿para qué?

“El Caballero de la armadura oxidada”, un clásico de Robert Fisher que nos descubre la historia de un caballero que, solo cuando se vé en la encrucijada de perder a su mujer e hijo, se ve obligado a cambiar y a mostrar sus auténticas emociones. Después de muchas peripecias descubre que solo llorando y sintiendo intensamente puede deshacer la armadura, una armadura está hecha de miedos y preocupaciones que ha ido acumulando con el tiempo.

Y tu, ¿Te atreves a sacarte la armadura?

El Caballero de la armadura oxidada

¿Te ha interesado? Comparte en tus redes!